Mucha gente cree que estamos solos, que sólo hay seres humanos vulnerables a cualquier ataque.
Pero lo que no saben es que estamos rodeados se seres que se hacen pasar por personas, viven cerca nuestra sin hacernos saber qué son, sin hacernos daño, con cuidado de que no sospechemos nada cuidando cada detalle, cada milésima.
Claro que, en todos los sitios, y no menos en este, siempre hay un grupo de personas que no están de acuerdo con las cosas, es decir, los malos.
Bien, esta es mi historia, en esta época, siglo XXI. Me llamo Chrisalice y no se porqué nací con un Don. Un don que muchas criaturas temen, un don que aun no he descubierto pero que lo haré.
Mi historia se remonta a el día de mi nacimiento. Mi madre estaba tumbada en el sofá mirando la tele, padre no tengo, abandonó a mi madre cuando tuvo ocasión y se largo sin dar señales de vida. Poco después mi madre descubrió que estaba embarazada de mi. Pero vayamos donde estábamos, mi madre estaba tumbada mirando la tele y llamaron a la puerta. Aunque ya había perdido toda esperanza de que fuera mi padre un ramillete de ilusión asomaba en su rostro. Abrió la puerta y quién había allí no era mi padre, era un hombre alto, con la cara entre las sombras y llameantes ojos rojos. Prefiero omitir lo que le pasó a mi madre ya que podría herir los sentimientos de los más sensibles sólo diré que ese hombre, que ahora es mi padre, me salvó de un destino atroz a manos de esa mujer a la que él mismo mató. Salió conmigo en brazos y embutida en una manta al cabo de unos treinta minutos.
De esto hace ya diecisiete años y como decía aquel hombre se convirtió en mi padre y nunca me a ocultado nada de lo que pasó ese día. Hombre yo ya sospechaba algo al ver que él es blanco ceniciento y rubio y yo soy de tez más bien oscura y morena. Él nunca ha salido de casa por qué tiene los ojos rojos y no los puede ocultar con nada, nunca ha envejecido así que realmente no se cual es su edad. No es un vampiro es un demonio desterrado del inframundo x ser "bueno", le arrancaron sus cuernos, su cola y sus alas de cuajo como penitencia y lo enviaron a la tierra a vagar eternamente, lo único que conserva son los ojos y las cicatrices.
Vivo en una casa a las afueras de Atlanta, no es muy grande pero tampoco es pequeña pintada de rojo y las tejas negras, preciosa. Voy a echar de menos ese lugar, sus escaleras en el porche donde solía esperar a mi padre cuando volvía de la escuela, sus cuadros con un aire gótico y surrealista que tanto gustan a mi padre, sus habitaciones cada una dedicada exclusivamente a una zona de la casa y a Myra la pitón albina de mi padre a la que adoro por encima de todo, mi habitación forrada de pósters como la habitación de cualquier adolescente, el salón donde me sentaba junto a la chimenea para que mi padre me contara sus historias del inframundo cuando era pequeña...Voy a echar de menos tantas cosas...Digo esto porqué mi padre quiere que vaya a un buen instituto que, según él, aquí no encontraré, así que me envía a estudiar a Kodiak, una isla de Alaska. Realmente me da pánico irme a un sitio nueva porque soy muy mala conociendo gente y seguro que aunque sea un buen instituto habrán las típicas niñas ricas, egocéntricas y mimadas que si eres un desecho social te amargaran la vida con su palabreria de niñas pijas y su cuerpazo de modelo retirada. Ahora mismo estoy en mi habitación recogiendo mis ultimas cosas para meterlas en la maleta e irme que mi avión despega dentro de dos horas. Cogí mi mp3, me coloqué los cascos en las orejas y puse mi canción favorita. Cerré la maleta y salí por la puerta escaleras abajo a esperar a que mi padre volviera de trabajar y me llevara al aeropuerto. De camino pasé por la cocina y me hice un sandwich, aún con los cascos puestos. De repente unas manos regorditas vinieron x detrás y me dieron un susto. Olé su gracia que hizo que se me callera el sandwich al suelo.
-¡oh, te voy a echar tanto de menos, cosita mía!
Mi cara era un poema: ¿"cosita mía"? por favor que me caiga un rayo.
Gertrude Smith, la tía más patética y estúpida que te puedas hechar a la cara. Es rubia de bote, tiene unos ojos marrones diminutos similares a los de los cerdo, es pequeñisima, y eso que yo no puedo alardear de ser un pino, y muy gorda, va siempre vestida con vestidos estremadamente estrechos para ella intentando embutir sus lorzas. Lleva intentando ligar con mi padre desde que tengo uso de razón y si yo fuera mi padre tendría la decencia de decirle que dejara de hacer un poquito el ridículo pero como soy yo pues me tengo que callar y ser una niña buena.
-Estoy segura de que tu, dentro de esa coraza que me tienes puesta, me vas a echar mucho de menos- me dijo.
Evitando las náuseas contesté:
-Por supuesto, no me cabe duda.
Por la puerta de la cocina entró mi salvación, un dios, el ser que merecerá mi adoración durante muchos años y que me va a sacar de las garras de esa perra en celo, mi padre.
-¿qué, ya estás lista?-me dijo.
Posiblemente os estaréis preguntando que llevará mi padre en los ojos para que Gertrude no los vea, pues le dice siempre que está probando lentillas para enviarlas a las películas de Hollywood por que es investigador de ese tipo de cosas y las modifica o las hace mejores y ella como es de esperar se lo cree.
-si papá-le respondí yo con una sonrisa de oreja a oreja.
-hola John-dijo Gertrude con voz cantarina.
-hola Gertrude-le saludó mi padre con su voz aterciopelada, poniéndose a mi lado y posando su mano en mi cadera.
foxyyyyyy es el libro que empezaste a esribir en segundo??? es genial tia me encanta. Te tengo que enseñar una historia que he escrito para un concurso wapa tenemos que hablar más a menudo te quiero wapisima xd
ResponderEliminarTiiiia no es otro q escribi el verano pasado jeje ese tambien lo ire escribiendo :P cuuuuando essso me lo enseeeñaas eh jaja
EliminarTe quiero foxyy!!!